Han pasado meses, o incluso puede que años, desde que pusiste en marcha el proyecto de tu sitio web. Seguramente en algunas ocasiones tuviste que desvelarte porque un plugin tenía un error y no sabías cómo solucionarlo, y a eso agrégale la gran suma de dinero que invertiste para pagar a los diseñadores, programadores, escritores y especialistas en marketing digital. Todo esto, para que al final tu sitio no atraiga el número de visitantes que tenías contemplado y tu meta de ventas decaiga en lugar de ascender.
Esto es porque estamos muy acostumbrados a nuestro sitio web, lo conocemos de memoria. Para nosotros es muy fácil navegar, la información es clara y no le vemos ningún defecto. ¿Entonces qué sucede? Una prueba infalible de que los demás no tienen la misma impresión que tú, es cuando recibes muchas visitas, pero ninguna venta.
Algunas veces el problema está en aspectos tan sencillos que pasan desapercibidos, como no tener un link para volver a la página anterior, tener botones escondidos o difíciles de encontrar, plantillas o colores que no combinan, versiones que no están disponibles en móviles, entre muchas cosas más. Dicho en otras palabras, puede ser que seas dueño de un sitio web difícil de entender, en el que tus visitantes no se sienten cómodos y, por lo tanto, abandonan pronto.
Tener un sitio 100 % adecuado a tu perfil de público no es una tarea fácil, así que no te desanimes y mejor tratemos de averiguar qué sucede con la ayuda de un test de usabilidad.
Son muchos los beneficios al usar el test de usabilidad
Un test de usabilidad es una serie de prácticas y pruebas que se realizan a diferentes usuarios, con la finalidad de probar cómo navegan los visitantes en tu sitio web; a partir de los resultados obtenidos se realizan las acciones necesarias para facilitar la experiencia y transformar el sitio en uno más simple e intuitivo.
No hay una sola forma de aplicar un test de usabilidad, pero bien diseñados pueden tener múltiples beneficios:
- Se pueden detectar problemas potenciales para corregirlos antes de que el producto sea lanzado al público.
- Nos ayuda a descubrir cómo la gente lo usaría cuando el sitio esté terminado.
- Nos indica cuáles serían los errores más frecuentes que podrían pasar y cómo minimizarlos.
- Nos ayuda a entender cuánto ha mejorado el sitio en términos de facilidad de uso, curva de aprendizaje, satisfacción, eficiencia y efectividad entre una versión y otra.
- Podemos generar un diagnóstico antes de tomar decisiones de rediseño.
- Los hallazgos nos ayudan a compartir argumentos con las personas involucradas en el diseño y desarrollo para la toma de decisiones.
Observar cómo interactúan con tu sitio es la mejor forma de aprender
Existe una forma muy efectiva de aplicar el test de usabilidad a aplicaciones móviles o web, que puedes aplicar tú mismo y sin necesidad de ser un experto. Se trata de una prueba centrada en el usuario, con el cual podrás evaluar el diseño y la funcionalidad del producto a partir de una observación detallada de su reacción.
El primer paso es seleccionar a un grupo de usuarios, no tiene que ser muy grande, con 5 personas será suficiente, solo procura que tengan un perfil muy similar a tu público objetivo y que no conozcan tu sitio web. Luego asígnales una tarea específica a cada uno de ellos; es importante aclarar que las tareas no son aleatorias, ya que estas tienen como objetivo comprobar algún aspecto importante de usabilidad en tu sitio. Por ejemplo, podrías pedirles que realicen alguna compra, envíen un mensaje o encuentren determinada información.
Observa muy bien cómo realizan esas tareas y toma notas; asegúrate de comprobar qué camino toman para llegar al lugar propuesto y qué tan difícil fue el proceso.
Analiza los resultados y corrige
Al terminar el ejercicio, reúne todos los resultados y comienza a evaluarlos. Lo más fácil para llegar a una conclusión es tomando en cuenta los siguientes aspectos:
Aprendizaje: Es la facilidad con la que el usuario fue capaz de desarrollar las tareas asignadas.
Eficiencia: Es la destreza con la que los usuarios llevan a cabo las instrucciones que se les ha dado.
Memoria: También es importante evaluar si al pasar cierto tiempo, después de la primera interacción, el usuario puede recordar cómo funciona la aplicación, sin necesidad de aprender a manejarla nuevamente.
Errores: Analiza la cantidad de errores que comete un usuario al interactuar con la aplicación y qué tan graves fueron. Aunque también es importante observar la facilidad con la que las personas pueden realizar las tareas sugeridas, sin cometer errores durante la prueba.
Satisfacción: Se evalúa la satisfacción final del usuario y si de alguna manera disfrutó la forma en que está diseñado el producto.
Conclusión
¡Ya tienes los resultados! Ahora lo que sigue es realizar las correcciones necesarias para mejorar la experiencia del usuario en tu sitio web. Como puedes ver, esta es una manera muy sencilla de obtener retroalimentación inmediata sobre el funcionamiento y el diseño, que te ayudará a implementar las correcciones a tiempo, incluso antes de poner tu producto en el mercado.
Lo mejor, es que el test de usabilidad no necesariamente te sirve para revisar un sitio web o una aplicación móvil antes de sacarlo a la vista del público en general, sino también para cuando quieras realizar un rediseño o simplemente necesites hacer una evaluación constante, para asegurar de que tu sitio no esté desactualizado y continúe cumpliendo sus objetivos.
Recuerda, el uso reiterado del test de usabilidad te permitirá dar una solución oportuna de los errores presentados en todas las etapas de producción, así como para el posterior perfeccionamiento del sitio web, con el fin de lograr su simpleza estructural.
community manager
Beatriz Bezares García
